Los amortiguadores son partes muy importantes en tu vehículo, en MAPFRE, te brindamos información sobre la suspensión para garantizar tu seguridad en el viaje.

Una pregunta frecuente de los conductores es ¿Cuándo cambiar los amortiguadores del auto? Aquí te damos la información necesaria para responder todas tus dudas.

Los amortiguadores son partes muy importantes en tu vehículo, sobre todo porque el buen funcionamiento de estos garantizan tu seguridad y confianza en el viaje. Su principal función es que permiten que las llantas estén en contacto con la pista y así se pueda evitar que pierdas el control del volante. Además, son los que se encargan de hacer que, al conducir, el terreno y los movimientos sean los mejores para la comodidad y seguridad de los pasajeros. Es importante saber que si cada amortiguador no está en buen estado, los sensores de sistemas como ABS o EPC no funcionarán bien.

Por ello, siéntete más seguro y protegido con MAPFRE y su seguro de automóviles ante cualquier incidente con tu auto.

¿Por qué cambiar cada amortiguador?

Se denomina Triángulo de la seguridad al amortiguador, las llantas y los frenos. El amortiguador interviene en el funcionamiento de los frenos, la dirección y en que el auto mantenga una buena estabilidad. Del perfecto estado de ellos va a depender el control del auto, sobre todo cuando hay curvas o estando en alta velocidad. Y justo ahí es cuando se siente si es que nuestro amortiguador está o no en mal estado.

Su mal estado provoca que la distancia de frenado sea de hasta un 35%, y eso es muy peligroso. Además, si están mal, las demás piezas, como los soportes, llantas y rótulas, tendrán mayor desgaste.

¿Cuándo es el momento de cambiar la suspensión?

Existen muchas cosas que afectan el buen funcionamiento del amortiguador y pueden ser por ejemplo el peso o carga del auto, el estado de la pista, el desgaste producido por el clima o el kilometraje.

El desgaste de estos dispositivos no lo podemos apreciar a simple vista, por lo que se recomienda hacer un mantenimiento cada 20.000 km, o en algunos casos al menos una vez al año.

Generalmente se deben cambiar a los 70.000 kilómetros de un vehículo, sin superar los 90.000 kilómetros. También se recomienda hacer este cambio por eje, o sea hacer el cambio de los dos de adelante a la vez o los del eje posterior a la vez. No es aconsejable cambiar solamente un amortiguador de cada eje, porque se descompensa la estabilidad del auto.

Características de desgaste del amortiguador

El tiempo y la distancia del freno es más larga.
Las llantas sufren un desgaste de manera irregular.
Se siente vibraciones en el timón.
El auto se siente más sensible cuando hay viento a los lados.
Al acelerar se hunde el eje posterior.
Hay fuga del líquido hidráulico.
Se hunden en baches muy profundos.

Si tuviera alguno de estos signos, lo mejor es ir a un taller especializado para así evitar accidentes.

¿Amortiguadores delanteros o posteriores?

Los que se ubican adelante duran menos que los posteriores; esto porque el motor está en la parte delantera del auto.

El amortiguador sufre menos en la carretera o autopistas, ya que va más plano, es decir sin rompemuelles o baches.

Quién sujeta al amortiguador de la suspensión a la carrocería, es el soporte. Suaviza el impacto entre el auto y el amortiguador, y hace una menor reducción de las vibraciones y ruido.

La base del amortiguador tiene un funcionamiento en estructura con la horquilla en sistema McPherson y el sistema Multilink, dichos soportes sujetan el amortiguador a la carrocería del automóvil.

¿Qué sucede si conduzco con sistema de suspensión en mal estado?

Te puedes despistar de la carretera. Si uno conduce con el sistema de suspensión en mal estado, puede que las llantas tengan problemas para estar en contacto con la pista y poder perder el control del vehículo.

Puedes malograr otras partes del motor

El amortiguador dañado malogra la estabilidad del vehículo y hacen que el motor trabaje más y en malas condiciones, incluso puede romper otras partes de improviso. Por ejemplo, los frenos trabajan más y se hacen más largos.