Quienes conducen suelen enfrentarse, casi a diario a situaciones incómodas a causa del tráfico, problemas laborales, preocupaciones familiares, etc. Y es justamente el estrés el que aumenta las probabilidades de sufrir u ocasionar accidentes. Por ello es importante también contar con un seguro para autos.

Aunque no se le tome importancia, estar bajo un fuerte cuadro de estrés es mucho más peligroso cuando se está al volante, ya que éste puede desencadenar sentimientos de furia, frustración y preocupación. En el ámbito físico puede ocasionar dificultades como anular las capacidades a la hora de manejar, produciendo taquicardias, sudoración, respiración rápida, mareo, temblores, problemas en la visión, entre otros.

Lo ideal es seguir ciertas recomendaciones que evitarán el estrés y te ayudarán a sentirte más tranquilo y relajado frente al volante.

Procura dormir tus 8 horas. Lo recomendable y sobre todo en el caso de manejar trayectos largos, es fundamental un buen descanso antes de emprender el viaje, porque la somnolencia y el cansancio además de ser peligrosos al volante, te ocasionarán estrés y malhumor.

Sal con anticipación de casa. Esto evitará que conduzcas apurado y te permitirá tener el tiempo suficiente para afrontar tranquilamente cualquier imprevisto durante la ruta.

Ubícate en una buena postura. Si estás tenso, con los hombros delante, y agarrando el volante con fuerza, esto es una mala señal. Lo mejor es que te recoloques en el asiento, relajes los hombros y la espalda, y respira (inhala y exhala) por lo menos unas tres veces. Levanta también un poco el pie del acelerador y empieza a asociar la conducción con una actividad más pausada.

Controla la temperatura dentro del vehículo. Esto es fundamental por ejemplo, en temporada de verano, ya que el exceso de calor dentro del vehículo puede causar desesperación en algunas personas.

Evita pensar en los problemas personales cuando conduzcas. Si estás manejando solo, no pienses en temas que te provoquen estrés o malhumor. Y si vas acompañado, procura no mantener discusiones fuertes con tus acompañantes ni con el resto de los conductores.

Tómate un descanso. Puede ser que tengas un momento de estrés por diversas circunstancias: te están llamando al celular, te has perdido, o estás pensando en todo lo que debes hacer cuando llegues a casa. Lo mejor será que pares un rato y te tomes un momento para ti. Conducir con estrés solo te llevará a tener conductas agresivas e inseguras.

Evita enfrentarte a otros conductores. Puedes tener motivos para molestarte, te cerraron el paso, te adelantaron en forma indebida y ser testigo de muchas otras malas maniobras de los demás conductores. En ese momento, piensa que no pasa nada, que no tiene importancia. Enfrentarte a los otros conductores solo hará que te estreses y que tú también quieras marcar territorio en el tráfico conduciendo de forma indebida.