Una de las fechas más felices en el calendario es el Día del Niño pues es motivo de compartir y festejar a los más pequeños de la casa, reconociendo de esta forma la importancia que tienen en la sociedad y su aporte en el futuro al que apuntamos. Pero es igual de importante ir un paso más allá y reflexionar sobre su situación actual, lo que demanda de nosotros reconocer y promover los derechos de la niñez, a fin de garantizar su bienestar y desarrollo integral a través de acciones concretas.

Parte de ese trabajo consiste en construir entornos donde los niños y las niñas puedan ejercer su derecho a trasladarse por la ciudad de manera segura, disfrutando sus traslados, llegando sanos y salvos a donde quiera que se dirigen. Es importante por ello, aprovechar fechas como esta para colocar nuestro granito de arena para la promoción de sociedades cada vez más conscientes y preparadas para hacer frente a la vulnerabilidad de los niños y las niñas en la vía pública.

En Prevensis, como especialistas en acciones educativas orientadas a la prevención, estamos convencidos de que la educación vial debe inculcarse desde la infancia, pues es la etapa donde se deben adquirir e incorporar comportamientos seguros, para que, cuando sean adultos o cuando empiecen a movilizarse por su cuenta, no duden sobre cómo actuar para evitar ponerse en riesgo y puedan convivir armoniosamente en la vía.

El programa “La Práctica de la Educación Vial” que ejecutamos para Fundación MAPFRE trabaja precisamente en promover esa convivencia vial asentada sobre una cultura de respeto hacia los demás y valoración de nuestro bienestar. Entre otras cosas, este programa ha desarrollado múltiples recursos pedagógicos entre cuentos, juegos, infografías, videos que permiten a docentes y familias del Perú trabajar este tema desde la infancia hasta la adolescencia. Por eso, en el marco del Día del Niño, me gustaría algunos tips para enseñar a nuestros pequeños a mantenerse seguros en la vía pública, siempre recordando que el aprendizaje más significativo siempre vendrá de tu ejemplo.

Al caminar…

- Siempre debe ser por las veredas y nunca por la pista. Enséñales a tus hijos que hay que poner especial atención cuando se esté pasando frente a una salida o ingreso de vehículos.
- Cruza la pista por el paso peatonal mirando a la izquierda, derecha e izquierda antes de cruzar. Si no hay paso peatonal deberán cruzar siempre por la esquina.
- No crucen si hay un vehículo haciendo una maniobra arriesgada como retroceder, estacionar o adelantar; tampoco crucen por detrás de los buses o camiones puesto que los conductores no podrán verlos. Así evitamos posibles accidentes.
- Respeten las luces del semáforo, enseñándole para que sirve cada una de ellas y jamás corran al cruzar la pista. Con calma se llega lejos.

Al ir en bici…

- Siempre háganlo con casco, este debe ser del tamaño apropiado y bien ajustado.
- Tu bici y la de tus hijos deben tener timbre y luces, incúlcales que hay que revisarlos antes de cada viaje. Así aprenderán a ser responsables de sus vehículos.
- Como regla general, los ciclistas deben usar la ciclovía, pero recuerda que los menores de 14 años están autorizados a ir por la vereda. De la misma manera, tú podrás hacerlo si estás acompañando a tu hijo menor de 7 años. Eso sí, a paso de peatón, con calma y sin tocar el timbre para que los peatones se muevan.

Al trasladarnos es importante “ver y ser visto”. Como peatón o ciclista, esto significa usar prendas claras y llamativas, preferentemente con algún elemento reflectante (puede ser en el gorro, la mochila, los zapatos, la casaca, etc.). Más aún cuando hay poca luz como temprano en la mañana, al atardecer, de noche, mal clima, etc.).

Por último, ensaya siempre con ellos los recorridos que tendrán que hacer solos de manera frecuente, prestando extra atención a las condiciones de riesgo que pueden encontrar y dándoles los elementos para tomar la decisión más segura para ellos y los demás.