De acuerdo con un informe de la BBC, en torno a 2,6 millones de personas morían cada año de sarampión antes de que fuera introducida la primera vacuna en la década de 1960. En la actualidad, las vacunas son la esperanza con base médica y científica para enfrentar la terrible pandemia del COVID-19.
Lima, 03 de febrero del 2021.- En el actual contexto de pandemia global, las vacunas han tomado un rol protagónico, pues representan la esperanza del mundo de lograr inmunidad frente al COVID – 19. De ahí la importancia de conocer la revolución sanitaria que implicó el descubrimiento de las vacunas y los millones de vida que se han salvado gracias a ellas.
A continuación, algunos hitos y explicaciones del proceso de vacunación y las razones por las que debemos aplicarnos la vacuna cuando el Gobierno peruano las haga llegar a nuestro país.
Descubrimiento
Antes de que las vacunas existieran, el mundo era un lugar muy hostil para pacientes que podían morir con enfermedades que ahora mismo se curan sin mayor problema. Millones de personas murieron y la esperanza de vida era mucho menor.
Aunque estudios han encontrado evidencia de tentativas de rudimentaria vacunación en el siglo X en civilizaciones orientales, lo cierto es que existe un claro hito en 1796.
En una de las etapas de mayor propagación de la viruela por Europa – una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que mataba en torno al 30% de quienes la contraían, y cuyos sobrevivientes a menudo quedaban marcados por cicatrices o ciegos – un doctor de pueblo rural en Inglaterra notó que las recolectoras de leche se solían contagiar con la viruela bovina por el contacto frecuente con las vacas; sin embargo, eran inmunes a la enfermedad humana.
Ese médico inglés, Edward Jenner, tomó viruela bovina en modo de fluido y el 14 de mayo de 1796 inoculó a un niño llamado James Phipps “la linfa de una pústula de viruela obtenida de una mujer que había contraído la enfermedad”.
En función de comprobar la eficacia de esta vacunación, un mes después, Jenner inoculó a la misma persona con viruela humana y, en efecto, este individuo nunca enfermó. Posteriormente, repitió el mismo experimento en su propio hijo y obtuvo los mismos resultados. Nacía así la primera vacuna, cuyo nombre tiene su origen en la palabra “vaca”.
Jenner publicó los resultados en 1798, y en menos de diez años esta vacunación se había extendido al mundo entero, salvando millones de vidas.
¿Qué es una vacuna?
Pero qué es en esencia una vacuna. Por definición, se trata de un medicamento biológico, preparado de antígenos procedentes de microorganismos patógenos (microbios muertos de cepas virulentas o vivos de cepas atenuadas), cuya finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inoculado.
La vacuna suele consistir en dosis muy pequeñas del propio agente (forma inactiva o atenuada) que origina la enfermedad, por lo que provoca la creación de anticuerpos que permanecen en el organismo y lo protegen en el caso de futuros contagios.
La inmunización es una intervención altamente costo – efectiva que salva muchas vidas, cuyo objetivo es el control y potencial eliminación de enfermedades inmunoprevenibles, para mejorar la salud de la población.
El éxito de las vacunas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la vacunación es una manera de protegerse contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con estas. De esta forma, se fortalece el sistema inmunitario y se activan defensas naturales en el organismo para que aprendan a resistir a las distintas infecciones. Las inyecciones son totalmente seguras y buscan producir anticuerpos y no causan enfermedades ni complicaciones. (1)
Mucho se ha avanzado desde ese lejano 1798: actualmente existen vacunas que protegen contra al menos 20 enfermedades, como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión. En total, estas inmunizaciones salvan tres millones de vidas cada año, según informa la OMS. La historia demuestra que la vacunación es una vía eficaz para intervenir en salud publica ya que se han logrado erradicar enfermedades letales.
Las vacunas han ayudado a reducir drásticamente el daño causado por muchas enfermedades durante el siglo pasado. En torno a 2,6 millones de personas morían cada año de sarampión antes de que fuera introducida la primera vacuna en la década de 1960.
La vacunación provocó una caída del 80% en las muertes por sarampión entre 2000 y 2017 en todo el mundo, según la OMS.
Hasta hace menos de dos décadas, la parálisis o la muerte eran una preocupación real de millones de personas que caían víctimas de la poliomielitis (polio). Ahora esta enfermedad prácticamente ha desaparecido.
Vacunas en el Perú
Nuestro país tiene un larga y sana tradición de vacunación. Desde los recién nacidos hasta los 12 años aproximadamente, la inmunización en el Perú se realiza de forma gratuita y es parte de la rutina de la visita al pediatra.
A finales de julio de 2020, el Ministerio de Salud estimó que más de 600 mil menores de 5 años no han completado su esquema de vacunas debido a la pandemia. (2). Los adultos mayores deben tener sus vacunas al día, pues aquellas contra la neumonía y la influenza son importantes para esta población.
Los riesgos de no vacunarse
Las campañas antivacunas existen desde el siglo XIX. La fuerza de éstas – que no tenían sustento científico ni médico alguno y sólo se basaban en temores colectivos – no tuvo mayor relevancia hasta la llegada del médico Andrew Wakefield, radicado en Londres.
En 1998, Wakefield publicó un informe en el que establecía falsos vínculos entre el autismo y las enfermedades intestinales con la vacuna MMR, una vacuna triple viral que se administra a niños pequeños para combatir el sarampión, las paperas y la rubeola.
A pesar de que su informe fue desacreditado y Wakefield fue eliminado del registro médico en Reino Unido, hubo una disminución en el número de niños vacunados después de sus afirmaciones.
El movimiento antivacunas global sigue basando sus argumentos en un informe desacreditado por la comunidad médica. Pero más allá de banderas políticas que este movimiento ha empezado a mostrar; lo más preocupante es que la desinformación ha traído severos retrocesos en terrenos que ya se consideraban ganados en la salud global.
Así, por ejemplo, cuando una alta proporción de la población se vacuna ayuda a prevenir la propagación de la enfermedad, lo cual protege a quienes no han desarrollado la inmunidad o no pueden ser vacunados. Eso se conoce como inmunidad de rebaño o de grupo y cuando se rompe existe un riesgo para la población en general.
La proporción de gente que necesitar ser vacunada para mantener la “inmunidad de rebaño” o inmunidad colectiva difiere según la enfermedad, pero en el caso del sarampión es de más del 90% y para la polio, que es menos contagiosa, es más de 80%.
La proporción de niños en el mundo que reciben las vacunas que se recomiendan ha seguido siendo del 85% en los últimos años, de acuerdo con la OMS.
El organismo dice que las vacunas previenen entre 2.000 y 3.000 billones de muertes en el mundo cada año.
Pero la OMS también identifica la complacencia como un elemento clave en países desarrollados; en otras palabras, la gente se ha olvidado del daño que pueden causar algunas enfermedades.
Vacunas contra el COVID – 19
En función a esta información, puede verse la enorme importancia de nuestro rol como miembros responsables de nuestra sociedad y nación. Si no se logra el número suficiente de personas vacunadas, cada peruano y peruana estará en riesgo al no lograr la inmunidad de rebaño.
El COVID-19 aún no tiene un tratamiento eficaz para su cura. Pero existen vacunas en investigación y otras que ya se están proporcionado a millones de personas en el mundo para enfrentar esta pandemia. La vacunación salva vidas, cuando uno se inmuniza se protege a sí mismo y a todas las personas que lo rodean.
En nuestro país, un primer lote de vacunas está a punto de llegar. Su eficiencia ha sido respaldada por estudios científicos y médicos y sus grados de eficacia comprobados por las fases necesarias de estudio.
En esa línea MAPFRE Perú se une a la iniciativa del Gobierno para promover la vacunación en el contexto de la pandemia por el COVID-19. Es importante destacar que todas las vacunas autorizadas son sometidas a estrictas pruebas y siguen bajo constante evaluación tras su comercialización. La principal arma para erradicar el COVID-19 es la inmunización.
Hoy más que nunca debemos ser ciudadanos informados en base a fuentes confiables y respetables que nos permitan tomar las decisiones correctas para nuestra propia salud y la de los que amamos. Además, es importante no bajar la guardia, usar mascarilla, mantener distancia de al menos de 1.5 a 2 metros, evitar las multitudes y lavarse las manos con agua y jabón, para protegerse del COVID-19.