El corazón es uno de los músculos más importantes y fuertes del cuerpo humano. Es vital para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que es el encargado de bombear la sangre por todo el cuerpo. Es por ello que debemos cuidarlo muy bien, ya que a pesar de ser muy fuerte, nada libra al corazón humano de poder presentar alguna afección generada por la edad, genética, hábitos, alimentación, etc.

Es esencial reconocer los síntomas comunes de enfermedades cardíacas, ya que no siempre se manifiestan con dolor evidente. Estos síntomas incluyen cansancio anormal, dificultad para respirar, falta de aire al hacer esfuerzo, mala tolerancia al ejercicio, retención de líquidos y dolor agudo en el pecho. Estos signos pueden indicar problemas en el corazón y, en algún momento de la vida, podrían ser indicios de un ataque al corazón, un paro cardíaco o un infarto.

¿Cómo se presenta el ataque al corazón (o infarto de miocardio)?

Un ataque al corazón, técnicamente conocido como infarto de miocardio, ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del músculo cardíaco se bloquea debido a un coágulo sanguíneo. Esto generalmente se debe a la acumulación de placa en las arterias coronarias que irrigan el corazón. La falta de flujo sanguíneo adecuado priva a esa parte del corazón de oxígeno y nutrientes, lo que puede dañar o destruir el tejido cardíaco. Por si no lo sabías, los síntomas comunes de un ataque al corazón incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar, sudoración excesiva y náuseas.

¿Cómo se presenta un paro cardíaco?

Un paro cardíaco es una emergencia médica en la que el corazón deja de latir de repente y no puede bombear sangre al cuerpo. Puede ser causado por varias razones, incluyendo problemas eléctricos en el corazón, una lesión grave o un ataque al corazón no tratado. Durante un paro cardíaco, la persona afectada perderá el conocimiento, dejará de respirar y no tendrá pulso. La respuesta inmediata, como la reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador, es esencial para restablecer el ritmo cardíaco normal y salvar vidas.

¿Cómo se presenta un infarto?

El término “infarto” en realidad se usa para describir la muerte de tejido debido a una falta de suministro de sangre. Aunque a menudo se asocia con el infarto de miocardio, también se puede aplicar a otras partes del cuerpo, como el cerebro (infarto cerebral) o los intestinos (infarto intestinal). En el contexto cardíaco, el infarto es lo que sucede durante un ataque al corazón cuando el tejido cardíaco muere debido a la falta de oxígeno.

Entonces, ¿ya conoces la diferencia? Un ataque al corazón es una condición en la que el flujo sanguíneo al corazón se bloquea, causando daño al músculo cardíaco. Un paro cardíaco es cuando el corazón deja de latir repentinamente, mientras que el término “infarto” se refiere a la muerte del tejido debido a la falta de suministro de sangre. La comprensión de estas diferencias es fundamental para reconocer los síntomas, buscar ayuda de emergencia y tomar medidas preventivas para mantener un corazón saludable, ya que de lo contrario podrías presentar alguna enfermedad cardiaca ¡Aquí te lo contamos!

Factores de riesgo de enfermedades cardiacas

Además de conocer los síntomas y afecciones cardíacas más comunes, es importante comprender qué factores de riesgo aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas:

Hipertensión arterial. La presión arterial alta daña las arterias y aumenta el riesgo de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Colesterol elevado. Los niveles altos de colesterol pueden obstruir las arterias y dificultar el flujo sanguíneo al corazón.
Consumo de tabaco. El tabaco es uno de los principales factores de riesgo de desarrollar alguna afección cardiaca.
Antecedentes familiares. Si tienes familiares cercanos con enfermedades cardiacas, tu riesgo puede ser mayor.

¿Qué hacer para prevenir enfermedades cardíacas?

Cocinar y comer sano: intenta comer 5 porciones de fruta y vegetales al día; pueden ser frescos, congelados, enlatados o deshidratados y también limitar el consumo de alimentos procesados y envasados con un alto contenido en sal, azúcar y grasa.

Hacer ejercicio físico: intenta realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada o intensa 5 veces a la semana. Todas las actividades cuentan, como jugar, caminar, tareas domésticas, bailar.

Limitar el consumo de sustancias perjudiciales: dejar de fumar (o no empezar a fumar) mejora tu salud y la de aquellos que te rodean.

Controla tu peso: la obesidad es un riesgo cardiovascular importante. Controla tu colesterol.

Mantener un corazón saludable es esencial para mantener una vida plena. Concientizar sobre posibles problemas cardíacos es importante. Además, contar con un seguro de salud y realizar chequeos de manera periódica es la mejor manera de seguir cuidándonos. Recuerda que puedes visitar los Centros Médicos MAPFRE ubicados en distintas partes de Lima, para recibir atención personalizada en sus más de 20 especialidades, incluyendo cardiología. Porque la prevención es clave: una dieta equilibrada, ejercicio regular y un estilo de vida saludable son nuestras mejores armas contra estas afecciones. ¡Cuida de tu corazón y de ti mismo!