Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa más importantes de discapacidad y muerte prematura en todo el mundo.
El estilo de vida moderno y los malos hábitos están dando como resultado alta incidencia de aterosclerosis (acumulo de placas de grasa en las arterias) que puede llegar a obstruir la arteria e impedir que fluya sangre adecuadamente al corazón o al cerebro, produciendo enfermedades cardiovasculares.
La mayoría de estas enfermedades pueden prevenirse, por eso es importante concientizar y educar a la población en general para que mejore ciertos hábitos nocivos y se logren reducir los factores de riesgo que predisponen a padecerlas.
Causas de los infartos
El 90% de los infartos se produce por uno o varios de los siguientes factores de riesgo:
Hipertensión arterial, Tabaquismo, Dislipemia (presencia de altos niveles de lípidos: colesterol, triglicéridos o ambos), estrés, sedentarismo, obesidad, diabetes, etc.
Hay otros factores que son inherentes a la carga genética de cada uno, como los antecedentes familiares o el sexo, ya que los hombres debido a su carga hormonal tienen más predisposición a infartarse que las mujeres, al menos hasta que éstas cumplan la etapa menopáusica.
Síntomas
Son varios; pero el fundamental es la aparición de dolor torácico o abdominal. Este se puede unir a otros síntomas como mareos, ansiedad, palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar. Otros síntomas son un intenso dolor en el cuello y la mandíbula, cansancio y debilidad.
¿Cómo prevenirlo?
Detectar a tiempo antes que se manifieste puede salvar vidas.
Para ello es aconsejable, a partir de los 30 años, realizar controles clínicos y/o cardiológicos periódicamente. Allí el profesional te efectuará estudios como el ecocardiograma, y el electrocardiograma de reposo y/o de esfuerzo. Luego, de acuerdo a los resultados, se avanzará o no con estudios de mayor complejidad.
Si fumas, procura dejar de hacerlo.
Evita el sedentarismo y haz ejercicio físico moderado de forma habitual, mínimo 3 veces por semana, sin importar la edad. Ejemplos: correr, caminar, natación o bicicleta.
Puedes prevenir la obesidad con adecuada alimentación.
Ten una alimentación saludable, aumentando el consumo de fibras que se encuentran en las frutas y verduras, y el consumo de ácidos grasos insaturados, presentes en los pescados y en el aceite de oliva.
Controla tus niveles de colesterol.
Un exceso del llamado colesterol malo te hace más propenso a sufrir un infarto al corazón. Evita los alimentos que propicien un aumento de éste en el organismo.
Aleja el estrés de tu vida.
Aprende a vivir sin estrés, relájate y evita que situaciones complicadas te generen un problema grave de ansiedad. Practica la meditación o disciplinas como el yoga pueden ayudarte.
Controla la presión arterial y la diabetes.
Si sufres problemas de hipertensión o de diabetes un escaso cuidado puede ser la causa de un infarto.
Di adiós a los hábitos nocivos.
El abuso de alcohol, las drogas o el tabaquismo tienen una gran influencia sobre distintas áreas de la salud, en especial es un riesgo importante del infarto al corazón.
Di adiós a los hábitos nocivos.
El abuso de alcohol, las drogas o el tabaquismo tienen una gran influencia sobre distintas áreas de la salud, en especial es un riesgo importante del infarto al corazón.
No hagas esfuerzos excesivos.
Si realizas deporte de competición o ejercicio físico exigente ya sea por trabajo o por afición, es importante que te sometas a pruebas periódicas que determinen tanto tus límites aconsejados como el estado de salud de tu organismo.
Evita el exceso de sal y de carnes rojas.
Controla en tu dieta el abuso de ambos y verás buenos resultados.
Saber cómo prevenir un infarto e implementar en tu vida medidas encaminadas a este fin es básico para minimizar el riesgo de sufrir uno.
Es por ello que, pensando en tu familia y en ti, MAPFRE te ofrece varios Seguros de Salud con interesantes coberturas.
Fuente:
https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/nutricion/2016/11/23/comer-prevenir-infartos-136883.html