El cáncer de mama es el de mayor prevalencia en mujeres. Aprende aquí quiénes están más propensas, cómo prevenirlo y cuál es el mejor tratamiento. ¡Toma nota!
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y la causa más común de muerte en las Américas. Por ello, es esencial comprender los factores de riesgo, las estrategias de prevención y las opciones de tratamiento para abordar esta afección que puede ser devastadora.
Aquí conoce los detalles de estos aspectos importantes relacionados con el cáncer de mama para que lo tomes en cuenta en tu próximo chequeo preventivo con tu Seguro de Salud.
Factores de riesgo del cáncer de mama
Esta enfermedad puede afectar a mujeres de todas las edades, aunque el riesgo aumenta con la edad. Algunos factores que debes tener en cuenta y son los más conocidos incluyen:
Edad: el riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad, siendo más común en mujeres mayores de 50 años.
Antecedentes familiares: si tienes familiares de primer grado (madre, hermana, hija) que hayan tenido cáncer de mama o cáncer de ovario, tu riesgo es mayor.
Antecedentes personales: De cáncer de mama o ciertas enfermedades de las mamas que no son cancerosas. Las mujeres que han tenido cáncer de mama tienen mayores probabilidades de tener esta enfermedad por segunda vez. La hiperplasia atípica o el carcinoma lobulillar in situ, están asociadas a un mayor riesgo.
Mutaciones genéticas: las mutaciones en los genes BRCA1 (cáncer de seno 1) y BRCA2 (cáncer de seno 2) aumentan significativamente el riesgo en mujeres.
Historial reproductivo: el comienzo de la menstruación antes de los 12 años y de la menopausia después de los 55 años.
Exposición al medicamento dietilestilbestrol: la exposición prolongada a este medicamento que se utilizó para prevenir el aborto espontáneo.
Tener mamas densas: Las mamas densas tienen más tejido conjuntivo que tejido adiposo, dificultando la detección de tumores en una mamografía.
Tratamientos previos con radioterapia: la exposición a radiación en el pecho o las mamas antes de los 30 años puede aumentar el riesgo.
Obesidad: la obesidad, especialmente después de la menopausia, se ha asociado con un mayor riesgo. Así como el no mantener actividad física con regularidad.
Medidas preventivas contra el cáncer de mama
Luego de repasar algunos factores de riesgo, tenemos presente que algunos de ellos, como la edad y la genética, no se pueden modificar. No obstante, hay medidas que puedes tomar para reducir tu riesgo de padecer de cáncer de mama:
Autoexamen mamario: es clave realizar autoexámenes de mama de forma regular, pues puede ayudar a detectar cambios anormales a tiempo.
Mamografías: las mamografías regulares son esenciales para la detección temprana, especialmente en mujeres de 40 años o más.
Estilo de vida saludable: mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada puede ayudar a reducir el riesgo.
Limitar el consumo de alcohol y tabaco: según la información de la agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud, reducir el consumo de alcohol y tabaco puede disminuir el riesgo. Además, estas sustancias te exponen a contraer esta y otras enfermedades.
¿Cómo se detecta el cáncer de mama?
Los médicos generales suelen utilizar pruebas adicionales para detectar o diagnosticar el cáncer de mama con médicos especialistas:
- Ultrasonido mamario.
- Mamografía de diagnóstico.
- Imagen por resonancia magnética (IRM) de las mamas. › Biopsia.
Estos son los tratamientos para el cáncer de mama
Tras conocer los riesgos que hacen más propensa a las personas a contraer esta enfermedad y cómo evitarla, debes conocer que ya hay distintos tratamientos para erradicar el cáncer.
El tratamiento del cáncer de mama varía según el tipo y la etapa del cáncer, pero generalmente incluye:
Cirugía: la extirpación del tumor y, a veces, del tejido circundante es común en las etapas iniciales. En general, cuanto más pequeño es el tumor, más opciones quirúrgicas tienen las pacientes.
Radioterapia: la radiación puede utilizarse después de la cirugía para eliminar células cancerosas restantes. Aquí se usan rayos de alta energía (similares a los rayos X) para matar las células cancerosas.
Quimioterapia: la administración de medicamentos para destruir o detener el crecimiento de las células cancerosas. Estos medicamentos pueden ser pastillas que se toman o medicamentos que se inyectan en las venas, o a veces ambos.
Terapia dirigida: consiste en administrar medicamentos específicos que atacan las características del cáncer de mama. Este tratamiento apunta a los genes, las proteínas o las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y la supervivencia del cáncer.
Inmunoterapia: es una opción más reciente que estimula el sistema inmunológico para combatir el cáncer. La inmunoterapia utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer al mejorar la capacidad de su sistema inmunitario para atacar las células cancerosas.
El cáncer de mama es una enfermedad seria, pero con detección temprana y avances en el tratamiento, la tasa de supervivencia ha mejorado significativamente en los últimos años.
La clave es la conciencia, la detección regular y la consulta con un profesional de la salud para abordar cualquier inquietud. Con tu Seguro de Salud MAPFRE cuentas con chequeos preventivos anuales y gratuitos, los cuales te mantendrán alerta ante cualquier anormalidad.
La prevención y el tratamiento oportunos pueden marcar una gran diferencia en la vida de las mujeres que enfrentan esta enfermedad. ¡Prevenidos seguimos cuidándonos!