Menú Principal

Autos y Hogar

Cotiza tu SOAT Virtual

Descarga tu SOAT

Cotiza tu Seguro Vehicular

Descarga  AutoWin

Menú Principal

Cotiza tu SOAT Virtual

Descarga tu SOAT

Cotiza tu Seguro Vehicular

Descarga  AutoWin

Menú Principal

Cotiza tu SOAT Virtual

Descarga tu SOAT

Cotiza tu Seguro Vehicular

Descarga  AutoWin

Menú Principal
Menú Principal

Invierte con Multifondos Flex

Descarga  AutoWin

Cotiza tu Seguro de vida con Ahorro

Cotiza tu Fondo Universitario

Menú Principal

Consulta tu SOAT

Ubica tu Oficina más cercana

Ubica tu Clínica

Menú Principal

Consulta tu SOAT

Ubica tu Oficina más cercana

Ubica tu Clínica

Cotiza y protege a tu familia

Vida con ahorro

Salud

Sepelio

Familia MAPFRE

Home > Viviendo en confianza > Familia > TEA: Guía para padres y cuidadores de personas con autismo

TEA: Guía para padres y cuidadores de personas con autismo

Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) necesitan una atención especial. Por ello, te daremos una guía para lograr un mejor trabajo en su cuidado.

 

Los padres y cuidadores de personas con autismo (Trastorno del Espectro Autista – TEA) son uno de los principales apoyos para este tratamiento. De su actuación va a depender el bienestar de la persona.

Por eso, te dejamos una guía para que puedas conocer más sobre qué hacer en esta situación.

Trastorno del Espectro Autista (TEA) y la familia

Cada persona que tiene TEA es única y diferente, no se puede generalizar sus características por los rasgos propios de su trastorno. Lo que realmente los define son su entorno, las experiencias que han tenido en la vida y los modelos educativos a los que están expuestos.

Por ello, la familia es el primer grupo de referencia que permite la inclusión en un clima adecuado. Sin embargo, el nacimiento de un hijo con TEA puede tener un impacto en las relaciones dentro del grupo familiar.

Es probable que, tras darse un diagnóstico, la familia pase por las siguientes fases:

  1. Fase de Shock. Se caracteriza por la conmoción o bloqueo.
  2. Fase del no. Los padres ignoran el problema o actúan en el día a día como si nada hubiese ocurrido.
  3. Fase de reacción. Los padres intentan comprender la situación y se basan en las interpretaciones que ellos mismos hacen de la misma.
  4. Fase de adaptación y orientación. Es una fase más realista y práctica, centrada en lo que se debe hacer en torno a las necesidades del hijo y en la mejor ayuda que se le puede ofrecer.

Ahora bien, no significa que todas las familias pasen por las mismas reacciones. De hecho, los padre o cuidadores de personas con TEA, que tengan un riesgo biológico, encontrarán situaciones potencialmente estresantes.

Te recomendamos seguir las siguientes pautas para reducir el estrés familiar:

  • Refuerza los lazos familiares, teniendo en cuenta a todos los integrantes que la conforman. No dejes de lado a ningún miembro.
  • Promueve la participación del hijo con TEA en rutinas diarias de la familia.
  • Fomenta en la familia la inclusión y los valores de sensibilidad.
  • Recuerda encontrar un equilibrio entre el saber experto del profesional al saber educativo de las propias familias.
  • Ten especial cuidado en no dejar tus propias emociones de lado. Los padres y cuidadores deben mantener la calma, pero no significa que ignoren su frustración o cansancio.

Recuerda que lo importante para lidiar con la tensión y el estrés familiar es hacerle frente. Por ello, toma en cuenta estas recomendaciones generales para cada etapa de una persona con TEA:

Infancia

En las primeras edades es fundamental el papel de la familia para conseguir el progreso de sus hijos e hijas, tanto en la educación como en la comunicación.

Promueve actividades propias de las rutinas diarias y busca orientación profesional adecuada y multidisciplinaria desde el primer momento.

Adolescencia

Presta mayor atención en el aprendizaje escolar de tu hijo para que obtenga las oportunidades necesarias. Esta etapa puede marcar aspectos importantes en la persona, por lo que es necesario solicitar la inclusión escolar que implique a todos los alumnos y su entorno educativo.

Es una etapa de crisis donde las rutinas adquiridas en la infancia pueden cambiar y generar más inestabilidad emocional, por lo que no se debe abandonar el abordaje profesional multidisciplinario.

Adultez

La transición a la vida adulta es un paso que puede darse con ayuda previa de las anteriores etapas. Aquí es importante recalcar la formación profesional, tomando en cuenta los objetivos de tipo personal y social que tenga la persona con el Trastorno del Espectro Autista.

Ten presente que cada familia es distinta, al igual que cada persona con TEA, por lo que es importante buscar ayuda y  profesional multidisciplinaria  para poder tener una mejor guía y contención.

 

 

Cuidadores TEA