Siete de cada diez profesores asegura que los alumnos entienden mejor las cosas gracias a estas herramientas.
El lenguaje digital favorece el trabajo colaborativo y en equipo, y el desarrollo de las habilidades sociales, creando una línea en desarrollo con enormes ventajas:
Motiva a los alumnos a aprender
Elementos como los vídeos, las películas, las animaciones, las canciones, los juegos o los recursos y actividades son capaces de despertar la curiosidad del alumno y motivarlo al estudio, ya que le resultan atractivos y cercanos a su contexto.
Es adaptable a cada alumno
Debido a su versatilidad, el lenguaje digital facilita distintos estilos de aprendizaje para el estudiante, mediante imágenes, videos o canciones; artículos, mapas conceptuales, contenidos interactivos.
Sirve de apoyo a los docentes
La diversidad de materiales y recursos que contempla el lenguaje digital facilita la explicación y comprensión de los conceptos más complejos y ayuda a los alumnos a comprenderlos.
Desarrolla habilidades sociales
Promoviendo la interacción de las personas a través de chats, redes sociales y entornos digitales, favoreciendo el trabajo en equipo.
Abre una puerta a la exploración
Conduce a la búsqueda y a la investigación en la red. Durante este proceso los alumnos aprenden a seleccionar y discriminar información.
Desarrolla el pensamiento lógico y matemático
El lenguaje digital también comprende el lenguaje de programación, que se constituye como un nuevo “idioma” que deben conocer en el siglo XXI. Tener conocimientos básicos de código les permite trabajar conceptos matemáticos como las variables o las funciones, y resolver problemas aplicando la lógica y las matemáticas.
Incrementa la creatividad
Es necesario que los padres enseñen a sus hijos qué tipo de aplicaciones no son adecuadas para ellos y por qué no deben dar demasiada información en las redes sociales. |
Todas las herramientas digitales incrementan la creatividad del niño permitiéndole que cree proyectos como webs, blogs, murales digitales, videos, comic, etc.
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