Lima, 20 de octubre del 2020. La ventilación de los espacios se ha convertido en una de las prácticas más recomendadas en el marco de la pandemia. Sin embargo, ventilar no solo sirve para disminuir las probabilidades de contagio de COVID-19, sino que también es importante para mantener la comodidad, la salud y la calidad del aire al interior de los ambientes, ya que, mantiene el flujo de aire, eliminando contaminantes, acumulación de humedad y olores.
Sin una ventilación adecuada, el aire del lugar se estanca, los contaminantes se encuentran en concentraciones más altas y el nivel de humedad aumenta. “Este último, especialmente en Lima, es el más recurrente y, sin una ventilación adecuada, se acumula dentro de las áreas habitables, se filtra en las paredes y se adhiere a las superficies, lo que crea un entorno ideal para el crecimiento de moho”, comentó Jordán Gutiérrez, médico de Mapfre.
El crecimiento de moho puede causar graves daños a una superficie y la exposición a él podría ser muy perjudicial para la salud y provocar problemas como:
- Irritación de ojos, nariz y garganta.
- Dolores de cabeza
- Empeoramiento de los síntomas en personas con enfermedades crónicas en especial de las respiratorias y autoinmunes
- Daño respiratorio
Se recomienda mantener las ventanas abiertas durante el día, limpiar diariamente pisos y muebles donde suele quedarse la suciedad y, finalmente, puede usarse un deshumedecedor unas horas por las noches para que absorba la humedad.