Los padres deben respetar el tiempo para que el adolescente tome una decisión
Según el último censo escolar del Ministerio de Educación, más de 400 mil jóvenes peruanos acaban la secundaria cada año. Se calcula que apenas 3 de cada 10 de ellos tiene una elección definida sobre su futuro en la educación superior; pero otros no.
Es normal que los adolescentes que están por terminar la secundaria, sientan una gran confusión e incertidumbre sobre su futuro y sobre sus gustos personales para elegir una carrera. Esto suele ocurrir porque no se han detenido a pensar años antes qué les gustaría estudiar o hacer de sus vidas y porque tampoco se les ayudó a potenciar sus habilidades.
Como ésta es una decisión muy difícil y una de las más importantes que afronta una persona en toda su vida, necesitarán del apoyo de sus padres para pasar por este proceso. No hay unas reglas que se deban seguir, para orientar en la vocación de los hijos(as); sin embargo, aquí algunos consejos para saber de qué manera podrás ayudarlos:
Escucha, respeta, no impongas ideas
Recuerda que todos los hijos(as) son buenos en algo y es deber de los padres apoyarlos, comprenderlos y guiarlos en ese descubrimiento mediante la observación y la paciencia. Es fundamental darle cierta libertad para que pueda descubrir por sí mismo que se le da mejor y que no es para él; sin ser invasivo, sin imponerle carreras ya que luego tendrán consecuencias funestas. Es por ello que los padres deben respetar la preferencia y el interés del adolescente haciendo prevalecer la aceptación de las decisiones tomadas por nuestros hijos acerca de su vocación profesional y puedan así abrirse paso en la vida adulta sintiéndose felices.
Conoce los intereses de tu hijo
Al saber cuáles son las actividades que más le interesa realizar, es posible relacionarlos con alguna actividad profesional, por ejemplo, si le interesa el cuerpo humano para curarlo podría ser médico o enfermera. Por ello es importante conocer sus preferencias, gustos y metas en la vida.
Encuentra sus habilidades blandas
Para estudiar una carrera universitaria, y trabajar en ello, no se necesita solamente adquirir conocimientos. También es importante contar con habilidades blandas como la adaptación al cambio, el trabajo bajo presión y estrés, y la empatía. Los jóvenes deberán evaluar cuáles serán más necesarias en su campo de interés.
Dale información útil
Si bien es importante seguir la vocación, todo padre de familia sabe que también es vital poder vivir de tu carrera. Juntos pueden buscar información sobre las carreras, la malla curricular, los salarios, mercado laboral, estilos de vida, responsabilidades, posibilidades de crecimiento, proyecciones, entre otros. Tal vez pueda escuchar charlas gratuitas online sobre en las que participan egresados que pueden darte una mejor visión sobre la carrera y su campo laboral.
Deja que pruebe diferentes actividades
Si desde la infancia tu hijo tiene acceso a diferentes tipos de actividades tanto deportivas, como artísticas y académicas, será más sencillo que pueda identificar qué le gusta más y qué le resulta más difícil. En esta etapa, lo mejor es alentar a tu hijo a experimentar cómo pueden ser las distintas profesiones a través de cursos especializados en diferentes disciplinas, incluso podría ser de gran utilidad que pudiese realizar trabajos durante el verano o investigar sobre las profesiones que le interesen mediante entrevistas a distintos especialistas de las áreas que le interesen.
Motívalo a prepararse para la vida universitaria
Antes de ingresar a una universidad, es necesario que el estudiante pueda comenzar un proceso de adaptación. Un centro preuniversitario puede ser de mucha ayuda en este proceso; ya que es el puente perfecto entre la universidad y el colegio.
Test vocacional
Los test vocacionales, si bien pueden dar cuenta sobre la afinidad de un estudiante con una u otra especialidad, no son indicadores decisivos sobre la carrera a estudiar, porque finalmente el joven es quien decide. Es importante que los padres respeten el tiempo para que el adolescente tome una decisión. A veces los padres se apresuran demasiado en que su hijo escoja la carrera.
Cambio de elección
Toma en cuenta que la mayoría de las veces los jóvenes se dan cuenta en el primer ciclo de estudios que la carrera que habían elegido no les satisface, pero no se deciden a cambiar por temor a quedar mal con los papás. Todos nos podemos equivocar pues la decisión no es sencilla y se vale cambiar de decisión. Es mejor perder un ciclo, que perder la vida entera trabajando en algo que no nos gusta.
Fuente:
Ministerio de Educación