María Inés Miró Quesada, Directora de Prevensis, empresa que implementa el programa de Fundación MAPFRE: Controla Tu Red en Perú, reflexiona sobre el rol de los padres para prevenir y tratar la adicción de sus hijos a Internet y las redes sociales.
Las redes sociales se han convertido en herramientas importantes para nuestro día a día, sobre todo después del aislamiento durante la pandemia, en el que la tecnología fue la única forma de mantenernos en contacto.
Si bien algunos usuarios adultos están aún adaptándose a esta nueva normalidad tecnológica, nuestros niños y adolescentes las tienen como parte natural de sus actividades diarias y desarrollan sus relaciones personales a través de estas plataformas, utilizando Instagram, TikTok o jugando en Twitch, solo por nombrar algunas.
Pero aún reconociendo todas sus ventajas, muchos menores son conscientes de que la tecnología los puede llevar a dejar de lado otras actividades necesarias para su bienestar.
Según el estudio de Fundación MAPFRE “Patrones de Uso y Abuso de las TIC entre adolescentes de Lima y Arequipa” (2019), más de la mitad (65%) señala que el uso del celular e Internet absorbe mucho de su tiempo y casi la totalidad (92.3%) indica que la mayoría de personas de su edad dedica demasiado tiempo al uso de smartphone, Internet y redes sociales.
Durante las charlas que ejecutamos para el programa “Controla Tu Red” de Fundación MAPFRE, una de las preguntas más frecuentes que nos hacen los padres de familia es: ¿Cómo puedo saber si mi hijo o hija es adicto al internet?
Lo primero que debemos comprender los adultos es que hablar de una adicción es complejo, porque requiere del cumplimiento de criterios específicos que deben ser diagnosticados por un experto en salud mental. Es importante tener presente que una adicción no se desarrolla por el simple hecho de estar cerca a lo que la ocasiona. Es decir, no por muchas horas que nuestros hijos pasen frente a sus dispositivos electrónicos es que serán adictos a ellos.
Las adicciones se encuentran íntegramente relacionadas con el desarrollo y bienestar emocional de las personas, por lo que, como padres, a lo que sí podemos prestar atención es al comportamiento de nuestros hijos relacionado a sus conductas afectivas, que nos permitan tener información del relacionamiento con su vida, compañeros y estudios.
Adicionalmente, es importante comprender que la adolescencia es un periodo de tránsito que permite la construcción de la identidad de las personas que lo atraviesan. Por ello este periodo resulta ser retador a nivel emocional para nuestras hijas e hijos, quienes deben poner a prueba su pertenencia al grupo, la regulación de sus emociones, fortalecer su criterio y valores para tomar decisiones, entre muchos otros desafíos afectivos que caracterizan su desarrollo adolescente.
Debemos comprender que existe una relación entre las dificultades emocionales y el riesgo de desarrollar una adicción al Internet. El estudio “Prevalencia de riesgo de la conducta adictiva a internet” realizado por Fundación MAPFRE en 2016, midió la presencia de ciertas dificultades emocionales y síntomas depresivos entre los adolescentes en general y los adolescentes que muestran conductas de riesgos de adicción a Internet.
Por ejemplo, si bien las dificultades emocionales estaban presentes en el 15.5% de adolescentes en general, estaban presentes en el 53.6% de los adolescentes que mostraban conductas de riesgo de adicción a Internet.
Lo mismo pasaba con los síntomas depresivos, que se presentaban en mayor porcentaje en adolescentes que muestran algunas de las señales de riesgo vs los adolescentes en general. Esto no quiere decir que el Internet o las redes sociales generen esas dificultades o síntomas, más bien el uso excesivo de Internet suele ser una forma de reaccionar ante el malestar psicológico.
Fuente: Prevalencia de riesgo de la conducta adictiva a internet
Cada vez que desarrollamos programas y materiales con énfasis preventivo buscamos que los adultos reconozcan que la prevención debe centrarse en indicadores de bienestar emocional de nuestros adolescentes.
En esta infografía preparada para el programa de Fundación MAPFRE, Controla Tu Red, se señalan algunas de las señales a las que hay que estar atentos pues requieren de la atención del adulto a cargo para garantizar el bienestar del niño o adolescente y evitar complicaciones.
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¿Qué debemos hacer como adultos a cargo de un menor si identificamos algunas de estas alertas?
Esta es una pregunta común entre los padres y maestros de niños y adolescentes. Para responderla podría compartir algunos de los consejos para prevenir y tratar la adicción a Internet y las redes sociales, elaborados por las psicólogas a cargo de los talleres del programa “Controla Tu Red que ejecutamos para Fundación MAPFRE.
Mantener el canal de comunicación entre padres e hijos abierto, no permitir que la tecnología suponga una barrera entre tú y tus hijos, establecer normas saludables y claras para el consumo de Internet en la familia, monitorear el uso de sus redes de una forma respetuosa con su desarrollo personal, ayudarlos a cambiar sus hábitos de consumo de Internet.
Por último, si sientes que la situación ha rebasado limites normales o sigues teniendo dudas, busca ayuda de un profesional y mantente abierto a opciones de terapia familiar. De esta forma se educa a la familia en conjunto, disminuyendo el sentimiento de culpa del adolescente por su comportamiento, promoviendo el análisis de los problemas desde el origen y animando a la colaboración.
Todos estos consejos y más están detallados en las guías orientadoras del programa Controla Tu Red de Fundación MAPFRE. Para conocerlas, ingresa a la web del programa Controla Tu Red www.bit.ly/controlaturedperu-FM.
Recuerda que las adicciones tienen menos que ver con el acceso a la herramienta, y mucho más que ver con el vacío que esta herramienta me permite llenar. Estemos atentos y ayudemos a nuestros hijos e hijas a tener una buena salud digital.
Desde que empezamos la ejecución de “Controla Tu Red” en Perú en 2016, el programa de Fundación MAPFRE ha beneficiado a 104,714 personas con talleres de concientización, ha producido múltiples materiales orientadores y dos estudios que aportan a la comprensión de los problemas de adicción a la tecnología y riesgos sicosociales derivados del abuso de esta.