Desde el año 2002, se celebra en nuestro país el Día del Niño Peruano, una fecha instaurada por el Decreto Ley 27666. A diferencia de la celebración internacional, esta se enfoca en las raíces de los peruanos y permite poner en valor la interculturalidad del país. Partiendo de aquí, el crecimiento y desarrollo de un niño peruano al de un extranjero es distinto y este es el momento de reflexionar sobre la crianza de los padres o tutores, recapacitar sobre el diálogo con los menores y promover e incentivar el liderazgo desde pequeños.
La pandemia ha afectado a grandes y chicos. Esa diversión de tener la libertad, de explorar el mundo saliendo al parque y conociendo otros niños se ha visto frustrada. A través del juego, los pequeños interpretan la realidad sin censura, explican su modo de ver la realidad con creatividad y responden a los problemas que se le presenten. Por ello, Juan Pablo Castro, psicólogo de MAPFRE, recomienda las siguientes actividades para que realicen en casa con los niños de una manera segura y divertida incentivando su nacionalidad, fomentando su liderazgo y compartiendo sus sentimientos.
Canta y gana
Armar equipos y competir. Uno puede tararear una canción y el otro deberá adivinar de qué canción se trata. Una oportunidad para afinar el oído y para liberar tensiones cantando. Ojo, todas las canciones deberían ser de música peruana.
Taller de pintura
Pintar estimula la creatividad, genera sentimientos de relajación y descanso mental. Esta actividad permitirá plasmar emociones a través del arte. Al final, pueden conversar qué sintieron al pintar y porqué plasmaron lo que pintaron. Otra bonita opción es pintar mandalas, un recurso terapéutico y creativo para la mente de los niños.
¡A comer!
La comida peruana es lo que siempre ha caracterizado a todo buen compatriota. En familia, decidan por un menú criollo y con buenos postres nacionales. Así pueden pasar de generación en generación las recetas de la familia, cocinan juntos y cuentan las historias de cada plato.
El conductor
Aquí se puede formar un solo equipo, elegir a un adulto para que se tape los ojos y a un niño para que dirija al adulto a hacer una actividad a ciegas. Por ejemplo, el adulto deberá caminar de la sala a la cocina, tomar un plátano, pelarlo y comerlo, pero sólo deberá hacer el recorrido bajo las instrucciones del niño. Esta actividad le dará confianza al menor y dejará que se sienta líder.
Paseos virtuales
Gracias a la tecnología, se pueden visitar lugares de forma remota. Opte por hacer tours virtuales a museos, ciudades y hasta a teatros. Es una opción que se acomoda a la situación.